
CINE + MÚSICA + ARTE + LITERATURA = VIAJE
La maleta de Jesús Luna
Por: Clara Calleja Fernández
La maleta de Jesús Luna
Cuentos y luces de otro París
Por: Sara Prieto
Este es en un cuento de un París de patios interiores. Un París lejos de los neones artificiales de la torre Eiffel, y de las lujosas habitaciones del Ritz, un París con luz propia.
Se trata de un París lejos de las grandes librerías y sin embargo más literario que nunca. Sus protagonistas comparten el amor por las letras, que leen en pequeñas habitaciones sin luz natural.
Ellos son Renée, la portera de La Elegancia del Erizo
Joséphine, la aspirante a escritora de las afueras de París y protagonista de Los ojos amarillos de los cocodrilos
y Frankie el adolescente sensible de Billie, el último libro de Anna Gavalda
Cada uno de ellos nos cuenta una versión distinta e íntima de esta metrópoli en la que todos caben.



Nuestro recorrido comienza en el número 7 de la Rue Grenelle. Una calle del elegante barrio burgués de Saint-Germain-des-Pres. Cruzando el umbral del edificio, nos detenemos antes de coger el ascensor y no subimos a ninguna de sus imponentes viviendas, si no que nos detenemos en la planta baja, para quedarnos en la portería.
En este pequeño habitáculo se desarrolla la trama de La elegancia del Erizo, .La novela de Muriel Barbery, que tiene su adaptación cinematográfica. Renné su protagonista, es descrita, por Paloma, la hija preadolescente de un refinado matrimonio burgués, como un erizo:
“Por fuera está llena de pinchos pero por dentro es tan refinada como ese animal tan solitario y tan terriblemente elegante”.
Entre ambas se establece una conexión propia de seres inadaptados, ante un medio que parece no tener tiempo para la sensibilidad con que ambas viven la vida. La llegada un nuevo inquilino, procedente de Japón y que comparte esta mirada literaria de la vida, pondrá sus mundos patas arriba.

Abandonamos el barrio San-German-de Pres para visitar a otro personaje, tan similar a los anteriores que seguro que haría buenas migas. Sin embargo Josephine, la protagonista de Los ojos amarillos de los cocodrilos, el primer libro de la trilogía de Katherine Pancol, no tiene portera
Nadie en el barrio de Courbevoie la tiene.
Si tiene, en cambio, dos hijas adolescentes por criar y un ex - marido en paro, que se ha marchado para no volver.
Aunque está rodeada de gente, se encuentra terriblemente solo y se refugia en la escritura para sobrevivir. Así comienza a escribir una novela sobre la edad media mientras nos cuenta las aventuras de su enloquecida y parisina familia.
Este barrio, situado a 10 km de Paris, es uno de los llamados “banlieue”, comunas barrios donde vive la gente que no puede permitirse un alquiler desorbitado en el centro.
Pero quizás sea allí donde más se piensa en París. Porque los parisinos, los del centro, a veces se olvidan de pensar en París. Pasan por el Sena y olvidan el precioso espectáculo que están contemplando, demasiado ocupados mirando su móvil de última generación.
Como si lo magnífico fuera cotidiano para ellos.



Eso mismo piensa Billie, la inseparable amiga de Francky, en Billie, la última novela de Anna Gavalda. Esta cuando cuenta el flechazo que sufre Francky, su inseparable, con esta ciudad:
“Se había enamorado. El Palacio del Luvre, La Pirámide, La plaza de la Concordia, Los Campos Elíseos.
Yo le miraba admirar todo eso y era como ver a Wendy y sus hermanitos sobrevolar Londres con Peter Pan.
Ya no sabía ni dónde poner los ojos porque todo lo maravillaba.
Más que los monumentos, creo que fue sobre todo la gente lo que le llevó al corazón… la gente su manera de vestir… de cruzar la calle como le daba la gana, de bailar entre los coches, de hablar en voz muy alta, de reírse, de andar deprisa.
Y los parisinos en primavera fueron su Gioconda particular.”
